Una propuesta al Presidente

Publicado el 28 de noviembre de 2009 en el vespertino El Nacional.

Por Felucho Jiménez.

La República dominicana se distingue del resto del Caribe por nuestro sistema de cordilleras y montañas.

Hacia el 1998 negocié con la Junta de Andalucía, con el respaldo de la Confederación de Empresarios de Andalucía – CEA-, la financiación del Plan Estratégico de Desarrollo Turístico Integral.

Desde el 1999 hasta terminada nuestra primera gestión al frente de la Secretaría de Turismo se elaboró el plan. Se partió de un análisis de cada zona del país, desarrollada o con potencial de desarrollo turístico.

Vimos las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades. Es lo que se conoce como análisis  FODA.

La principal debilidad la constituía el déficit de infraestructuras: carreteras, sistemas sanitarios, arrabalización, falta de señalización y deterioro de parte de nuestras costas.

En el estudio de destaca que debíamos trabajar en ampliar las bases del turismo; se debía diferenciar el país potencializando el turismo de montaña y de aventura.

Tambièn se hace énfasis en la cultura y el deporte.

De ahí que, al llegar por segunda vez al frente de la Secretaría, tenía una visión y,  por supuesto, objetivos claros del Plan de Trabajo a ejecutar.

Por el reconocimiento de la necesidad de recursos en gran escala, en particular para llevar a cabo las infraestructuras, ideè el Comité Ejecutor de Infraestructuras en Zonas Turísticas – CEIZTUR,  el cual fue aprobado por Decreto del presidente Fernández.

Lo más importante era crear una fuente de ingresos especializados, tanto para el CEIZTUR como para la debida promoción internacional del país.

De ahí surgió la tasa original de cuatro dólares por cada pasajero que llegase al país por vía aérea y lo mismo por la salida por la misma vía.

En total, ocho dólares, que luego, al unificarse por otro decreto las tasas aeonáuticas y, sobre todo, cuando el sector privado hotelero comprobó que, contrario a lo que pensaron, la medida había dado resultados positivos, se elevó a catorce  dólares: siete por llegada y otros siete dólares por  salida, siempre por vía aérea.

En total, durante el período 2004-2008 se ejecutaron obras por un valor superior a los 80 millones de dólares, de los cuales el 74 por ciento se dirigió a mejorar el medio ambiente: regeneración de playas, sistemas sanitarios y plantas de tratamiento de aguas residuales.

En varias de esas obras de coordinó la cooperación económica directa de hoteleros. Fueron los casos, por ejemplo, de la recuperación de las playas de Costa Dorada, Playa Dorada y Cabarete, en Puerto Plata,  y la de Juan Dolio, en San Pedro de Macorís.

Otra obra iniciada con fondos mixtos correspondió al sistema sanitario de Juan Dolio.

Estaba previsto, además, un cobro a las instalaciones hoteleras y a los proyectos inmobiliarios de Cabarete y Las Terrenas, por la inversión millonaria en sus respectivos sistemas sanitarios y en la construcción de las correspondientes plantas de tratamiento de aguas residuales. Todo eso lo hizo la Secretaría vía el CEIZTUR.

En ese período se construyó la carretera que va desde Cruz del Izleño hasta Macao, de gran importancia para descongestionar el tránsito  por Verón para llegar a Macao, Uvero Alto y, en parte, Arena Gorda; áreas en las que ya habían hoteles operando, algunos en construcción y otros pendiente de aprobación por parte de la Secretaría de Turismo.

Se desarrabalizó Sosúa; en especial se construyó Villa Liberación para asentar a casi 700 familias que vivían en condiciones infrahumanas en El Tablón, a orillas del Atlántico.

Se construyó la red sanitaria de Puerto Plata y la reconstrucción total de la carretera que va desde la ciudad hasta su teleférico, iniciándose así el proceso de remodelación de ese importante atractivo turístico.

Se rehabilitó la planta de tratamiento de Samaná.

Se hicieron los estudios, diseños y planos definitivos de la red vial de Punta Cana, Miches y Sabana de la Mar, que incluían la marginal de Higuey y La Otra Banda y la construcción de la carretera que unirían Uvero Alto (Punta Cana – Bávaro), con Miches y Sabana de la Mar.

Se finalizaron los estudios, diseños y planos de la Carretera Samaná – Las Galeras y las que integrarían el Corredor de Montañas, a saber: Monción – San José de Las Matas; Jánico – Juncalito; Juncalito – Jarabacoa.

El corredor incluía  la repavimentación de la carretera SAJOMA – Jánico y la terminación del tramo Jarabacoa  – Río Constanza.

Ese corredor de montaña era la base del plan de desarrollo del turismo de montaña, del cual hablarè en una próxima entrega.

Pero antes debo agregar que también se terminaron los diseños de uno de los tramos de la carretera  para unir Montecristi con Puerto Plata, pasando por Luperón.

“Como ahora el Gobierno recibirá cientos de millones de dólares, bien valdría la pena que el presidente Fernández, cuyos propósitos de modernizar el país son conocidos, dispusiera de un organismo ejecutor del tipo que él mismo creó a los fines de conseguir que Santo Domingo contara con un Metro que estuviese, poco más de 500 años después del inicio de la conquista y colonización de América, a la altura de otras capitales y ciudades del Continente Americano”.